Bosio [1] propuso un método para la evaluación de propiedades y caracterización de rocas blandas y suelos endurecidos basado en el ensayo de penetración estándar (SPT), modificándolo y definiendo el parámetro de Índice de Penetración NP. El avance y desarrollo de este ensayo, dio lugar a la definición final del Índice de Bosio, NB, con definiciones más precisas de límites basados en la penetración y en el ensayo de compresión simple para las rocas blandas de Asunción y del Rio de la Plata. El índice NB permite, en forma práctica, distinguir horizontes de dureza diferentes en las arenas cementadas, arenas arcillosas muy densas y arcillas arenosas muy duras. La extensión de esta metodología de caracterización a otras formaciones, sugieren que los valores obtenidos por el ensayo permiten clasificar los macizos cualitativamente en resistentes, regulares o blandos. Los macizos resistentes corresponden a una roca muy blanda, blanda o dura, no friables y con un porcentaje de recuperación de muestras superiores al 50%. Los macizos caracterizados como regulares o blandos, pueden definirse como suelos endurecidos, friables, con valores de recuperación inferiores a 20% y rock quality designation (RQD) igual a 0. El rendimiento de la excavación con máquinas rotativas en un tipo de macizo u otro varía considerablemente. Es por ello que la diferenciación entre un macizo rocoso o suelo endurecido es de muy alta importancia, tanto para la etapa de dimensionamiento de fundaciones como para la etapa constructiva por su alta implicancia en los costos. En este trabajo se presenta un caso de estudio en Asunción, Paraguay en dónde se ha utilizado el método del Índice de Bosio en una obra de relevancia.